¿Has sentido alguna vez dolor mandíbular? Puede ser leve o intenso, y puede sentirse en la mandíbula, la cara o el oído. Este síntoma puede ser causado por una variedad de factores, desde problemas dentales hasta trastornos de la ATM. En Clínica Dental Salamanca, nuestros especialistas pueden diagnosticar la causas del dolor de mandíbula y recomendar el tratamiento adecuado.
- 1 ¿Qué es el dolor de mandíbula?
- 2 Síntomas del dolor de mandíbula
- 3 Causas comunes del dolor de mandíbula
- 4 Otras condiciones que pueden ser causas comunes del dolor de mandíbula
- 5 Diagnóstico del dolor de mandíbula
- 6 Consejos para disminuir el dolor de mandíbula
- 7 Prevención del dolor de mandíbula
¿Qué es el dolor de mandíbula?
El dolor de mandíbula es una dolencia o fuerte molestia que puede afectar los huesos de la mandíbula o la articulación temporomandibular (ATM). Puede extenderse hacia la cara, cabeza o cuello y puede estar relacionado con bruxismo, traumas u otras condiciones que revisaremos más adelante.
Síntomas del dolor de mandíbula
El dolor en sí es un síntoma del dolor de mandíbula, pero este puede venir acompañado de otros síntomas, dependiendo de la causa, entre ellas:
- Dolor en la cara que empeora si usas la mandíbula.
- Sensibilidad en las articulaciones y los músculos.
- Rango de movimiento limitado.
- Problemas para alinear la mandíbula.
- Sonido de clic cuando abres y cierras la mandíbula.
- Zumbido en las orejas.
- Dolor de orejas.
- Dolores de cabeza con o sin dolor en las orejas, y presión detrás de los ojos.
- Mareos.
- Bloqueo de la mandíbula.
- Vértigo.
- Dolor de dientes.
Si sufres de dolor en la mandíbula y no buscas atención médica o de un dentista, puede haber complicaciones dependiendo de las causas y otros factores. Entre ellas podemos mencionar complicaciones dentales, infecciones, estrés emocional, más dolor, pérdida del apetito debido al dolor o dificultad para masticar.
Causas comunes del dolor de mandíbula
El dolor en la zona de la mandíbula puede originarse por diversas causas. Muchas veces aparece de forma repentina y es leve, pero en otras ocasiones es constante y se vuelve más agudo progresivamente. Incluso podría afectar áreas cercanas como los oídos, la cabeza y el cuello.
Los síntomas varían dependiendo de las causas del dolor. Por eso es importarte que un especialista realice un buen diagnóstico, identifique el origen y posteriormente indique el mejor tratamiento para el caso.
Algunas de las causas más comunes del dolor de mandíbula son:
Bruxismo
El bruxismo es una de las principales causas del dolor de mandíbula. Este es un trastorno en donde la persona de forma inconsciente rechina o aprieta los dientes.
Es común que los que sufren esta afección aprieten sus dientes cuando se sienten estresados, ansiosos o asustados. O que lo hagan mientras duermen.
Una de las consecuencias del bruxismo, además del desgaste de los dientes, es el dolor mandibular. En ocasiones la mandíbula se inflama y se traba de forma en que no se puede abrir o cerrar con normalidad.
El bruxismo no tiene cura, pero sí existen algunas formas de disminuir sus síntomas y las molestias que genera. El uso de férulas, la aplicación de calor en la zona y las inyecciones con Bótox son excelentes alternativas.
Desorden temporomandibular
Los trastornos temporomandibulares causan dolor en los músculos y articulaciones que son responsables de que la mandíbula realice sus movimientos respectivos.
Los síntomas más comunes de este desorden son el dolor en una o ambas articulaciones temporomandibulares, dolor o dificultades para masticar, dolor de la zona de la mandíbula al tacto. También es frecuente que al momento de abrirla o cerrarla escuches unos chasquidos.
En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen por sí solos. Pero si esto no ocurre, tu dentista te recetará una serie de medicamentos para aliviar el dolor. Así como el uso de férula bucal y algunos ejercicios para estirar el músculo de la mandíbula.
En los casos más severos, el paciente debe someterse a una intervención quirúrgica o a la aplicación de una serie de inyecciones de corticosteroides en la articulación o de Bótox en el músculo.
Osteomielitis
La osteomielitis es una inflamación que se produce en los huesos a causa de una infección. Esta puede producirse en la zona mandibular y generar dolor e inflamación en toda el área afectada.
Las personas que fuman o son diabéticas son más propensas a desarrollar este tipo de infecciones.
Para eliminarla, los especialistas recetan una serie de antibióticos. Aunque si la infección es grave, el paciente puede necesitar drenaje de la zona infectada, extracción de tejido enfermo o incluso de una porción del hueso.
Abscesos dentales
Un absceso dental se produce por una infección bacteriana. Estos pueden aparecer en diferentes zonas de la boca por varias causas, como una caries profunda o un tipo de fractura dental que está muy próxima a la raíz de la pieza.
Entre los síntomas más comunes de los abscesos dentales están la inflamación del área afectada o incluso de gran parte del rostro, sabor desagradable en la boca y sensibilidad en la zona.
Pero también puedes presentar un dolor de diente intenso que se transmita hacia la mandíbula e incluso el cuello. Esto se debe a que las bacterias que forman la infección están empezando a propagarse afectando los tejidos más cercanos.
Es importante mencionar que los abscesos no se curan por sí solos. Para eliminarlos es necesario que un dentista drene todo el pus y luego haga una limpieza del área. En los casos en donde este se encuentre cerca de la raíz de un diente y haya afectado la pulpa dental será necesario realizar un tratamiento de endodoncia.
Cuando la infección está bastante avanzada, es común que se deba extraer todo el diente para realizar la limpieza de la zona y drenar el absceso. También es posible que el dentista te recete antibióticos.
El dolor de mandíbula también puede deberse a otras condiciones dentales, como enfermedades en las encías, caries, huecos entre los dientes.
Golpes
El dolor de mandíbula puede deberse a la mandíbula rota, que puede ser debido a una caída o un golpe en la cara. También podría ser por la mandíbula dislocada, que puede deberse a que se abrió la mandíbula demasiado, por ejemplo, al bostezar o por un golpe.
Si sufres un golpe y sientes dolor de mandíbula, se trata de una urgencia dental, debes buscar ayuda.
Cirugías dentales
Las cirugías dentales pueden causar dolor de mandíbula, principalmente esto se da porque hay una tensión muscular luego de tener la boca mucho tiempo abierta. Esto puede darse también durante procedimientos largos como la endodoncia.
Artritis
La osteoartritis y otros tipos de artritis pueden causar el desgaste de la interfaz suave entre las articulaciones y, eventualmente, los huesos mismos. El dolor de mandíbula puede desarrollarse como resultado de esto.
Además, las afecciones inflamatorias como la sinovitis, la artritis reumatoide y la artritis psoriásica provocan inflamación en las articulaciones. Si estas condiciones afectan la articulación del hueso de la mandíbula, se puede desarrollar dolor.
Condiciones vasculares
Algunas enfermedades en el sistema vascular pueden llevar a dolor en la mandíbula, como inflamación en las arterias, que puede ser arteritis temporal o arteritis de células gigantes, y angina.
En la arteritis temporal, las arterias de ambos lados de la cabeza se inflaman, lo que puede resultar en dolores de cabeza y de mandíbula.
La angina se puede desarrollar cuando el corazón no recibe suficiente sangre rica en oxígeno, usualmente debido al bloqueo de una arteria coronaria. Esto puede causar dolor de pecho, pero también de la mandíbula.
Otras condiciones que pueden ser causas comunes del dolor de mandíbula
- Desórdenes en la glándula salivar.
- Estrés, fatiga o falta de sueño.
- Lupus y otras condiciones autoinmunes.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Fibromialgia.
- Sinusitis.
- Infecciones en los oídos.
- Condiciones mentales.
Diagnóstico del dolor de mandíbula
Pruebas comunes para diagnosticar
Durante una consulta con el dentista, el médico realiza un examen físico a través del cual puede observar señales que puedan indicar cuál es la causa del dolor de mandíbula. Como complemento realizará preguntas sobre dónde duele exactamente, cuán fuerte y con qué frecuencia se presenta la dolencia, y con ello dar un diagnóstico.
En caso de ser necesario, el odontólogo podría recurrir a pruebas como:
- Radiografías: sirven para verificar cómo se encuentran los huesos de la mandíbula o la ATM.
- Tomografía: muestran con más detalle los huesos y la articulación temporomandibular.
- Resonancia magnética: permite observar los tejidos blandos en el área de la mandíbula, incluyendo los músculos y los tendones.
También, dependiendo de la causa, puede requerir análisis de sangre para descartar infecciones.
Cuándo consultar a un especialista
Si ha estado presentando dolor en la mandíbula por varios días, y no mejora con tratamientos caseros como el uso de analgésico de venta libre o compresas frías. Y que, por el contrario, comienza a empeorar y está afectando tus actividades diarias, es momento de llamar a tu dentista para que recibas atención médica a tiempo.
En casos que pueda haber problemas de nariz, oído y garganta, un otorrinolaringólogo puede ser el especialista que necesitas. Si el dolor de mandíbula tiene causa en problemas de articulaciones, músculos o tejidos, puedes ser remitido a un reumatólogo. Para aquellos pacientes que requieren una cirugía para solucionar su problema con el dolor de mandíbula, un cirujano maxilofacial es el indicado.
De allí la importancia de buscar atención médica, y tener un diagnóstico acertado. También debes llamar a tu médico si, adicional al dolor de mandíbula, comienzas a tener otros síntomas.
Consejos para disminuir el dolor de mandíbula
Experimentar dolor de mandíbula es bastante común y en la mayoría de los casos no es nada grave. Si quieres prevenir o aliviar las molestias en la zona mandibular, estos consejos te ayudarán:
- Compresas con hielo: Son excelentes para disminuir la inflamación de los nervios de la zona que causan dolor. No debes aplicar hielo directamente sobre la piel, envuélvelos en una toalla primero.
- Aplicación de calor: Colócate una compresa tibia sobre el área de la mandíbula en donde sientes dolor. También puedes usar un paño húmedo con agua caliente. Esto hace que los músculos tensos se relajen y mejora la circulación de la sangre.
- Masajea el área: Los masajes son ideales para disminuir la tensión en la zona. Hazlos usando aceite de oliva o crema humectante y con los dedos índice y medio. Los movimientos deben ser sutiles y circulares. Te recomendamos abrir y cerrar la boca un par de veces cuando hayas terminado los masajes.
- Controla el estrés: El estrés puede hacer que desarrolles malos hábitos que afecten directamente a tu mandíbula. Por eso es importante que lo mantengas controlado. Descansa lo suficiente, practica deportes y actividades que te relajen como la meditación o el yoga.
Si después de algunos días de aplicar estos remedios caseros, el dolor continúa o se intensifica. Lo ideal es que contactes a un médico o a tu dentista de confianza. Estos deben evaluar tu caso y hacer un diagnóstico para determinar la causa y el tratamiento que debes seguir.
Estos especialistas podrían recetarte antibióticos si el dolor es debido a una infección, relajantes musculares si es por un problema muscular, entre otras terapias dependiendo de la causa del dolor de mandíbula. Hay causas que incluso podrían requerir cirugía o tratamientos dentales especiales. Así que nuestra recomendación es visitar a un especialista.
Prevención del dolor de mandíbula
Hay dolores de mandíbula que podemos evitar si tomamos algunas acciones e incorporamos en nuestra vida diaria algunos hábitos como los que te diremos a continuación.
Hábitos saludables para la mandíbula
- Cerrar la boca de manera correcta, sobre todo si está en reposo sin hablar o comer, se debe tratar de no apretar los dientes.
- Masticar los alimentos lentamente y con cuidado, utilizando ambos lados de la boca para no ejercer más presión sobre un lado u otro.
- Evita morder o masticar alimentos y objetos duros, como hielo, lápices, caramelos duros, entre otros.
- Cuando sientas la mandíbula cansada intenta relajarte, no hablar demasiado ni masticar con mucha fuerza.
Ejercicios y técnicas de relajación
Ejercitar los músculos de la mandíbula permite reducir los efectos del estrés, la tensión y el dolor en esta zona. Algunos ejercicios que pueden ayudarte, son:
- Abrir lo más que puedas la boca y luego cerrar con suavidad, repetir varias veces.
- Mover de un lado a otro la mandíbula, simulando que estás masticando algo.
- Mover la mandíbula hacia delante y hacia atrás varias veces.
Técnicas de respiración, como respirar profundamente por la nariz, aguantar el aire unos segundos y luego exhalar por la boca, repitiendo varias veces te ayudará a disminuir la tensión que puede provocar el dolor en la mandíbula.
La meditación y el yoga también son forma de relajación efectiva en pacientes con dolor mandibular.
Conocer las causas comunes del dolor de mandíbula te ayudará a identificar la posible causa y tomar acciones para corregirlo rápidamente. Si tiene molestias en su boca, contáctanos para pedir una cita con nuestros especialistas en salud bucodental.
El Dr. Javier Ortiz de Urbina Hidalgo es un especialista en Odontología e Implantología. Con muchos años de experiencia en la rama de la Odontología y la Implantología y una gran formación en muchos ámbitos de la especialidad.